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MI CLUB, TU CLUB....SU CLUB
- Ago 10 2010



Para algunos, un Club colombófilo es el lugar donde se compran anillas, se encestan las palomas y te dan los resultados de los concursos, y por el hecho de pagar la cuota correspondiente creen que su colaboración con el Club es mas que suficiente ya que dan mas de lo que reciben, por tanto el Club está en deuda con ellos.
Para otros , el Club es igualmente el lugar donde se encesta , se compran anillas y se concursa, pero también el lugar donde la colombofilia se hace adulta, donde la colombofilia se desarrolla y en definitiva, donde se cuaja el proyecto colectivo que es la colombofilia. Estos compañeros, participan de las actividades del Club y cada uno en su medida, aporta su colaboración para que los engranajes del Club estén perfectamente engrasados.
Y, hay una tercera clase de colombófilos muy minoritaria, para los que el Club está por encima de todo, incluso de su propio palomar. Esta rara especie de colombófilos, es la que mantiene con su callado y continuo esfuerzo el rumbo idóneo para que el Club llegue temporada tras temporada al puerto elegido. Ellos son, los que solícita y pacientemente atienden nuestras quejas, resuelven nuestras dudas y problemas y aguantan las críticas cuando algo creemos que no funciona bien. Estos son en definitiva el hombre orquesta que cada Club tiene insuflando sin descanso el oxigeno que el Club necesita para sobrevivir y que sin su inestimable aportación , habría que presentar en muchos Clubs “conflicto colectivo” o “cierre por reformas”.

Un aficionado con palomas mensajeras, no deja de ser un mero criador de palomas, un colombicultor, es decir un palomero en el mas amplio sentido de la palabra. Un aficionado con palomas mensajeras, puede hacer volar sus palomas alrededor del palomar, puede entrenar sus palomas en grandes distancias, puede incluso competir consigo mismo, pero, no alcanzará la categoría de colombófilo hasta que no este integrado en un Club y compita con sus miembros.

Los colombófilos, somos la materia prima que hacen posible que los Clubs existan , y los Clubs, son a su vez la materia prima para que las Federaciones se puedan configurar, algo así como la Santísima Trinidad , tres personas en unas (Clubs, colombófilos y Federaciones) y un solo Dios verdadero: LA PALOMA.

Si amamos a la colombofilia, no nos queda mas remedio que cuidar del Club tanto como a nuestro propio palomar, porque un Club con vitalidad, competitivo, con un elevado número de socios, será un Club que por su propia dinámica tienda a crecer y a aumentar la calidad deportiva de sus miembros , por razones obvias.

El Club no es un organismo rígido, no debe de serlo; el Club tiene que ser un organismo moldeable y en continua transformación y que se tiene que adaptar a los tiempos y a las nuevas y cambiantes circunstancias de forma ágil y dinámica, pero siempre desde la critica constructiva , desde la colaboración, desde la aportación desinteresada , desde el respeto a las opiniones de los demás y desde la aceptación de los acuerdos mayoritarios y democráticos aunque no estemos de acuerdo con ellos.
Cuidemos nuestros Clubs sino queremos convertirnos en simples palomeros , ellos (los Clubs) son la primera puerta que hay que abrir para poder participar del apasionante mundo que supone la COLOMBOFILIA.

Félix Martín Vilches