"LOS MANSOS" - Jul 4 2010
Las estampidas de palomas en el palomar, pero principalmente de pichones en su mas temprana edad, son un problema no muy habitual pero que sucede de la forma mas inesperada y mas a menudo de lo que quisiéramos . El origen de estas estampidas puede estar motivado por un fuerte ruido inesperado , por circular personas no conocidas por el palomar , o por animales depredadores como los gatos deambulando por los tejados del palomar, también las estampidas pueden estar causadas por motivos que se escapan a nuestros sentidos y que las palomas interpretan como un grave peligro para su seguridad.
Cuando alguna de estas situaciones se dan y las palomas salen asustadas del tejado, pierden la confianza y seguridad que les da “ su tejado” inician un vuelo puede durar horas e incluso proseguir durante la noche . Las palomas pasan una y otra vez por encima del palomar , de vez en cuando alguna paloma ya agotada por el vuelo hace un ademán de posarse, pero al ver que sus congeneres no van a aceptar esa decisión, desiste de su intento y se integra de nuevo al bando prosiguiendo el descerebrado carrusel.
Yo, he padecido algunas de estas estampidas en mi palomar donde mis pichones han estado volando parte de la noche , las consecuencias han sido múltiples.: pichones perdidos, magulladuras, buches rajados etc. Felipe Presa, colombófilo de Puerto Real me comentaba que en una de esas estampidas que el padeció en su palomar, aparecieron pichones en Marruecos al dia siguiente .
Pero lo peor de todo es la impotencia que sientes al ver que no puedes hacer nada para detener esa alocada carrera y que las palomas retomen la confianza en su tejado . Si bien podemos intentar evitar todos y cada uno de los motivos que originan estas estampidas, siempre puede darse una ocasión imprevista que lo origine.
Hoy dia, cuando alguna de estas estampídas se adueña de mi bando de pichones utilizo el mismo sistema que se emplea en las plazas de toros: uso los MANSOS. Los que yo llamo MANSOS no lo son tanto, pues son 4 o 5 palomos buchones de raza “palomos de clase” que tengo en un palomar anexo a mis mensajeras y que cuando acontece uno de estos desagradables sucesos, los pongo en el aire en busca del bando. Se unen al bando e intentan seguirle, pero al no poder aguantar el ritmo que imponen los pichones intentan una y otra vez hacer bajar al bando al tejado para desplegar toda su bateria seductora. Después de muchos intentos consiguen hacer bajar algunos pichones y el resto poco a poco se entrega y por fin se posa también. Una vez en el tejado con su agresivo acoso sexual a los pichones, obligan a estos a meterse rápidamente en el palomar, que agotados por las largas horas de vuelo irán rápidamente al bebedero a saciar su sed y se posarán en su palito para reponerse del tremendo esfuerzo. Claro , que como todos los métodos este tampoco es perfecto y a veces los buchones no tienen suficiente capacidad disuasoria para hacer bajar al tejado a los pichones y no nos queda mas remedio que esperar a que amanezca el dia siguiente para ver en que ha quedado la odisea nocturna.
Félix Martín Vilches.
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