Cuando entramos por primera vez en este mundo de la colombofilia, lo hacemos igual que el niño que acaba de nacer: NOS QUEDA TODO POR APRENDER. Creemos que sabemos algo porque a lo mejor hemos tenido zuritas o buchonas, pero cuando empezamos a oir a los colombófilos mas veteranos nos damos cuenta de la inmensidad de nuestra ignorancia al respecto.
En esta época de “novatos”, somos comos los niños: esponjas absorbentes de conocimientos y vamos con los oídos como radares intentando captar toda información que se nos ponga a tiro y que nos haga ver un poco luz al final del tunel.
Algunos,(como yo) , tuvimos suerte y topamos con un “padrino” que nos apoyó, formó , informó ,nos aclaró de las miles de dudas y no nos soltó de la mano hasta que se dio cuenta que ya podíamos “volar” por nuestra cuenta. En esa época de “novato” el teléfono de nuestro “padrino “ echaba humo , pues lo utilizábamos a cualquier duda que hoy nos parecen infantiles pero que en aquella época nos parecían básicas y esenciales .Las visitas al palomar del “padrino” eran numerosas , con cualquier excusa nos plantábamos en su palomar a la hora mas intempestiva en demanda de soluciones a nuestras dudas. Toda esta demanda nuestra de formación/información provoca que nuestro “padrino” nos empiece a pasar documentos fotocopiados ,algún libro fotocopiado , y cuanto documento calme nuestras ansias de conocimientos colombófilos. Después de haber exprimido a nuestro “padrino” de muchos de sus conocimientos, queremos mas y ya por nuestra cuenta empezamos a buscar mas conocimientos en suscripciones a revistas o en libros ( dentro de lo desolador y desértico que resulta el panorama editorial/colombófilo español).
Los que no han tenido la suerte de toparse con un “padrino” , que les dirijan en sus primeros pasos, les apoyen en la construcción del palomar y la formación de su colonia y les formen e informen de todo cuanto necesitan saber en colombofilia y por el contrario se han encontrado un “tiburón” que se les arrimará hasta ver si puede vender algo para luego dejarle a su aire, difícilmente cuajarán pues se estrellarán una y otra vez por falta de formación/información tan imprescindible en los primeros momentos.
Un colombófilo “novato” si no empieza a funcionar tutelado o apoyado por algún colombófilo experimentado o bien arropado por todo el Club está condenado a padecer graves contratiempos que le pueden llevar al desengaño y a la frustración y de aquí al abandono hay solo un paso.
Es pues, a mi entender, obligación moral de los colombófilos experimentados , de los Clubs y por supuesto de las Federaciones preocuparse de que estos “novatos” no den sus primeros pasos solos .
Ya que muchos Clubs tienen una deficiente infraestructura , sería bueno que las Federaciones (o bien las territoriales o bien la nacional) , a la par que un nuevo colombófilo se federa y paga su cuota recibiese un saluda o una bienvenida de su presidente federativo junto con un cuadernillo con las mínimas nociones básicas que necesitas un colombófilo para arrancar .
La escasez de vocaciones colombófilas nos tiene que hacer agudizar los sentidos y procurar que los nuevos compañeros estén arropados e informados en todo momento y poner todo nuestro empeño en que todas las vocaciones colombófilas cuajen.

Félix Martín Vilches