Nadie que no haya volado sobre el mar sabe lo complicado que es.
El mar no permite errores. Ademas, es posible que en el mar se den condiciones climatologicas que nada tienen que ver con las que se dan en las zonas terrestres proximas.
Volando en tierra, es posible que una paloma que se equivoca o que el viento la haga derivar lejos de su rumbo, pueda descansar orientarse y rectificar.
En el mar, un error significa con muchisimas probabilidades la muerte. En medio del mar no hay donde posarse.
Grandisimas palomas se pieden para siempre por un solo error.
Otro factor importante es el miedo. Ninguna paloma duda de volar hacia su palomar hasta que se encuentra un obstaculo. Y uno de los mayores es el mar. Muchas veces se observa que las palomas se adentran en el mar con decision, y a los pocos minutos, dudan y regresan hacia tierra, rechazando "el embarque". Basta que unas pocas cobardes echen al traste la decisión de la mayoria. En esos casos, si unas pocas deciden separarse, e intentar el empeño solas, les esperan dos posibilidades: la victoria o la muerte.
En otros casos, el bando bordea la costa hasta quien sabe donde, incrementando muchisimo el kiolimetraje. Y luego hay que tener el valor de dar el salto. O no.
No hay garantias de que una paloma con muchos kilometros, varios fondos y grandes fondos, se pierda en un vuelo de entreno entre islas, con 120 o 150 kilometros de distancia.
En las islas, el solo hecho de comprobar es una victoria. Si ademas, lo hacemos entre los primeros, "miel sobre ojuelas".

Como dijo en su día Carlos Márquez , es el "dramatismo de una carrera a vida o muerte " .



Juan Parets Seguíe