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CONSANGUINIDAD EN TRIÁNGULO (Medios hermanos)
- May 4 2009

Cuando un colombófilo se quiere ini¬ciar en la consanguinidad lo primero que tiene que tener son palomas de gran orígen cuyos descendientes o ellas mismas hayan viajado bien y hayan reproducido bien en cruzamien¬to.

Todo entendido en consanguinidad aconsejará al que quiera iniciarse que empiece a unir medios hermanos, pues es la unión que menos riesgo conlle¬va, pero también es la que menos transmite por ambos cónyugues, pues sólo se pretende conseguir el 50% de una de las tres líneas que entran en juego.

Partiendo de tres líneas diferentes, «1», «2» y «3», tenemos variaciones de tres elementos tomados de dos en dos, y eso nos da tres posibles combi¬naciones, de ahí que se llame unión en triángulo. Si queremos perpetuar la línea «1», uniremos «1» con «2» y «1» con «3», dando 50% de «1» y 25% de «2» y «3». De forma similar haría¬mos para conseguir el 50% de «2» y «3».

Este tipo de consanguinidad lo ha pro¬bado mucha gente y poca ha tenido éxito, debido a que los especímenes utilizados no eran los correctos.

Sucede muchas veces que los cracks no son los mejores reproductores, y sí lo son sus hermanos. Uno tiene que ser capaz de ver esas diferencias. Lo que hacen los campeones es que mien¬tras un crack está concursando, en las épocas oportunas, por ejemplo, a fi¬nal de temporada, lo unen con varias hembras de calidad reproductora, y prueban de esa manera la calidad de transmisión que tiene el macho para que en un futuro pueda pasar a la re¬producción.

La unión en triángulo sirve tanto para la reproducción como para viajar, ya que sólo se obtiene un 50% como máximo de una línea. Tiene el incon¬veniente que el resto 50%, 25% es de cada una de las otras líneas, y ese por¬centaje es suficientemente alto para poder desvirtuar el otro 50%. Por eso

que las tres líneas que intervienen han de ser de probada calidad. Basta un error en una de las tres líneas, para fracasar. Ninguna de ellas ha de tener taras pues se transmiten con más fuerza los defectos que las virtudes.

Una muestra de que la unión ha sido adecuada es cuando sus hijos se pare¬cen muchísimo a su progenitor. Eso no siempre es obvio, ya que la influen¬cia de las dos otras sangres es impor¬tante, 25% en ambas. Como criterio consideraremos que a partir del 25% de sangre ya es buena consanguini¬dad. Para correr poco riesgo, tratare¬mos uniones sobre 50% como máximo, si queremos que sirvan para via¬jar y reproducción. Yo he hecho unio¬nes de hasta un 65%, con éxito en el viaje, pero es muy arriesgado. A par¬tir del 50% hasta (75+ 13)% lo guar¬daremos para la reproducción, como continuidad de nuestro cultivo. En tal caso procuraremos máxima consan¬guinidad, aunque cuanto más quera¬mos, mayores son los riesgos y des¬perdicios.




J.J.JUSUÉ