Esta biografía ha sido elaborada por
Luis Fernández de la Retana (Presidente de la Federación
Catalana 1982-1994), Victor Gallemi (Presidente de la Federación
Catalana 1994-2002), Juan Montmany (Campeón de la Copa de
Su Majestad el Rey 2001) y Jose Mª Corona (Presidente del Comité
Deportivo y de Competición, y Vicepresidente de la Real Federación
Colombófila Española).
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Carlos Márquez Prats se introdujo en la colombofilia
de la mano de su Padre a la edad de 14 años, haciéndose
socio de la Sociedad Colombófila Mensajera de Barcelona.
En aquel entonces presidida por D. Antonio Argullos Soler.
Luis Fernández y Juan Montmany muy jóvenes en aquella
época, todavía recordamos cuando con otros amigos,
hijos también de colombófilos, los hermanos Vaque,
nos pasábamos buenos ratos jugando al futbolín en
el bar "Las Euras", de la plaza Rius y Taulet de Barcelona,
sede de la Sociedad.
Carlos empezó con una sola paloma, a la que llamaba "El
Campeón" y así concurso durante una temporada
entera. Todos se reían y comentaban "...niño,
otra vez traes la paloma, aún no la has perdido" y él,
semana tras semana concursaba con "El Campeón"
(decir tiene que era una paloma regalada por su tío Agustín),
y murió a la edad de 24 años
Pocos podían entrever lo que "el niño"
llegaría ha hacer en el mundo de la colombofilia.
Gallemi escribe "recuerdo aquellas tardes en el terrado de
casa Márquez conversando con él y su Padre, Higinio
Díaz y otro amigo de muchos años el conocido Ortega,
por desgracia fallecido el pasado año".
En
el año 1956 ya empezó a ganar algún que otro
premio. Era una sociedad muy competitiva, más de 100 colombófilos
formaban el ente competidor. Nada menos que 100 palomares con verdaderos
maestros de la colombofilia. Había que aprender mucho y rápido.
En el año 1958 ocupa el cargo de Secretario de la Sociedad, con
17 años, cargo que ocupó en 1958-1959-1960, a la vez
que fue Campeón de su grupo ganando gran cantidad de trofeos.
En el año 1961 llegó a lo más alto de su incipiente
carrera colombófila, al ganar realmente entre otros el Campeonato
Social, pero que le fue arrebatado por el fraude cometido por otro
colombófilo, como se demostró posteriormente por la Junta Directiva
que obligó a este socio a la devolución de los premios ganados y
su expulsión del Club. Este hecho y al entrar de lleno en el mundo
de los negocios, hizo que Carlos desmoralizado abandonara momentáneamente
la competición, no así las palomas, que continuaron
en el palomar de la Avenida Sarriá, viajándolas pero
sin concursar.
En el año 1979 Carlos, siempre pensando en realizar el sueño
de su vida, que no era otro que llegar a ser un gran colombófilo,
adquirió una finca de 10 hectáreas en el termino municipal
de Sant Feliu de Codines, y allí construyó unos palomares
de lo más moderno en aquel momento.
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